Dicen que las Cataratas del Iguazú de lado argentino no solo se observan, se viven. Y recorriendo sus pasarelas uno puede caminar sobre las aguas del Iguazú, internarse en la vegetación de la Selva Atlántica y acercarse a alguno de los saltos al punto de empaparse. Bueno eso hicimos pero con un agregado, remontamos las aguas del Iguazú inferior hasta llegar casi abajo de los saltos, un duchazo literalmente donde se puede sentir encima nuestro las cataratas y la fuerza del agua. (No lo intenten en sus casas)